La caries dental es un problema de salud de alcance global que afecta a personas de todas las edades. De hecho, nueve de cada diez adultos presentan este trastorno, y al menos siete de cada diez menores de edad desarrolla caries en dientes de leche, según datos de la Policlínica Universitaria CEU San Pablo.
Los factores causantes de este trastorno dental son ampliamente conocidos por los odontólogos Santiago de Compostela. El consumo regular de alimentos ricos en azúcares e hidratos de carbono está detrás de la proliferación de bacterias caraiogénicas. Para prevenir su aparición, es necesario suprimir de la dieta los dulces, almidones y otros componentes similares.
Aunque restrictiva, una dieta sin azúcares y carbohidratos supone disminuir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y de desarrollar problemas de obesidad. Además, las caries y otras dolencias bucodentales están relacionadas con la neumonía, responsable de dos millones y medio de muertes al año.
Otro factor subyacente en las caries es una higiene oral irregular o insuficiente. El cepillado de los dientes, incluso si se hace correctamente y con la periodicidad indicada, no impide la acumulación de placa bacteriana, razón por la que debe complementarse su uso con el hilo dental y los colutorios.
Además de ofrecer propiedades curativas, la saliva desempeña un rol esencial en el control de las bacterias que habitan en la cavidad bucal. Su disminución, es decir, la sequedad oral, pone al organismo en una situación de desventaja para evitar que los dientes se llenen de caries. Para evitarlo, es recomendable moderar el consumo de alcohol y disminuir o renunciar al tabaco.
La pérdida de flúor, elemento químico necesario en el fortalecimiento del esmalte, es otra de las causas usuales de caries. Una forma simple de corregir el déficit de flúor en la cavidad oral es utilizar dentífricos y colutorios enriquecidos con este componente, tan necesario para la salud y mantenimiento de la sonrisa.